Почитаем... TRAS EL LADRУN DE LAS MIL CARAS

 

 текст длиннее, чем предыдущий (33 странички В Контакте), но если есть желание почитать - это не должно вас останавливать. Он несложный, несмотря на то, что в нем встречаются формы различных времен. Сюжетная линия интересна. Детектив, одним словом.
 

 1.
El comisario Garcнa observaba todo con atenciуn. No era nada sencillo orientarse en medio de esa confusiуn. Ademбs era muy temprano y acababa de hacer un vuelo largo. No eran las mejores condiciones para concentrarse. Bea, su ayudante alemana, tambiйn intentaba no perder detalle.
Pero la duda se reflejaba en su rostro:
їEstб usted seguro de que la entrega va a ser aquн? preguntу.
El comisario la mirу y dijo con confianza:
Segurнsimo. Lo ha confirmado nuestro contacto en la Interpol.
Ademбs, este es el lugar ideal para una entrega discreta: estб siempre lleno de visitantes y vendedores. Aquн nunca llamarнan la atenciуn dos personas que intercambian dinero y una estatuilla.
Espero que tenga razуn, comisario.
Ya veremos dijo Garcнa. Seсalaba un puesto con el mostrador abarrotado de pescado fresco . Y, aunque no cojamos a los ladrones, siempre podemos comprar un poco de pescado. Esta caballa tiene un aspecto delicioso.
El comisario Garcнa y su ayudante se encontraban en el mercado de pescado de Hamburgo. Alemania no es el destino habitual de un comisario espaсol de policнa.
Sin embargo, en Barcelona habнan robado de un museo y a plena luz del dнa una valiosa estatuilla de oro. Y las pistas lo habнan conducido hasta Alemania. Probablemente un alemбn, coleccionista fanбtico de arte, estaba detrбs del robo. El comisario habнa recibido el encargo de las autoridades alemanas de seguir al ladrуn hasta Hamburgo.
Al comisario le era de mucha ayuda poder contar con Bea, una oficial de policнa alemana que trabajaba, dentro de un programa de cooperaciуn europea, desde hacнa un par de meses en Espaсa.
Juntos ya habнan resuelto otros casos. Entre ellos, el del Caballero Negro.
Ahora estaban en el mercado de pescado y observaban su alrededor.
Segъn sus informaciones, la entrega de la obra de arte tendrнa lugar en este mismo lugar a las nueve en punto de la maсana.
Faltaba sуlo un minuto para las nueve.
El comisario consultу su reloj.
Ya va siendo la hora murmurу -. їVes tъ algo sospechoso, Bea?
La joven oficial negу con la cabeza.
Por desgracia, nada, comisario.
Era ciertamente difнcil ver algo entre tanta gente. Aunque era bastante temprano, el mercado estaba abarrotado. El olor a pescado era intenso. En algunos puestos, los vendedores anunciaban a gritos su mercancнa.
Los delincuentes pueden estar en cualquier sitio dijo Bea.
Es posible respondiу el comisario , pero estoy seguro de que algъn detalle los delatarб. Quizбs dos personas muy nerviosas...
El comisario se detuvo. Miraba a un hombre corpulento que estaba solo alrededor de uno de los puestos de pescado, ...o alguien demasiado elegante para venir a este mercado.
Hizo un movimiento con la cabeza para seсalar al hombre.
Bea mirу en esa direcciуn.
En efecto. Cerca del puesto habнa un hombre con un traje gris. El traje en sн no era especialmente llamativo, pero en este mercado era el ъnico que llevaba un traje. Sencillamente, estaba fuera de lugar.
- Creo que puede ser nuestro hombre dijo el comisario.
- їQuй hacemos?
- Esperar dijo el comisario . Y probar uno de estos bocadillos. Tengo hambre y aъn no hemos desayunado.
- ЎHay que mantener la lнnea! - replicу Bea sonriendo.
Pero el comisario ya se habнa acercado a un pequeсo puesto e intentaba, con esfuerzo, pedir en alemбn un bocadillo grande de salmуn. Por fin lo consiguiу. Y justo cuando se disponнa a dar el primer mordisco, gritу Bea:

 

 2.
- ЎMire, comisario! Nuestro hombre tiene compaснa. Con resignaciуn el comisario apartу el bocadillo: el desayuno tendrнa que esperar un poco mбs.
Un segundo hombre se habнa aproximado al individuo sospechoso del traje gris. Su ropa era mбs adecuada: llevaba una camisa azul a cuadros, unos vaqueros gastados y una gorra de bйisbol roja. Traнa en la mano una bolsa de papel marrуn del tamaсo de una botella grande.
O de una estatuilla.
- Es nuestro hombre susurrу el comisario.
- їY ahora? - preguntу Bea. Estaba algo nerviosa.
- Acerquйmonos un poco mбs. Pero con discreciуn.
Sin perderlos de vista, Bea y el comisario se aproximaron a los sospechosos.
Fingнan ser unos visitantes del mercado. Ahora estaban sуlo a unos metros de la pareja sospechosa.
Desde ahн era posible oнr lo que decнan:
їTienes la mercancнa? preguntу el hombre gordo del traje.
Por supuesto respondiу el de la gorra de bйisbol їTienes tъ el dinero?

El hombre del traje gris asintiу y sacу del bolsillo interior de la chaqueta un grueso fardo de billetes. Al hombre de la gorra de bйisbol, que era mucho mбs joven, se le iluminу la cara al ver el dinero.
Estб bien. Pero quiero comprobar antes que estб todo en orden - exigiу el gordo.
Con sumo cuidado para que no lo vieran, el comisario se acercу un par de pasos mбs.
El ladrуn, que estaba muy tranquilo, sacу entonces una estatuilla dorada de la bolsa de papel.
El comisario abriу los ojos de par en par. ЎAhн estaba! ЎЙsa era la estatuilla robada! Representaba a un caballero espaсol apoyado con orgullo en una espada.Era justo el momento que el comisario y Bea habнan esperado.
Estaban a un par de pasos del ladrуn y del comprador. Los habнan cogido con las manos en la masa.
ЎVamos! exclamу el comisario. Pero Bea era mбs rбpida que el comisario, y ya habнa sacado del bolsillo su identificaciуn de policнa.
ЎPolicнa! ЎEstбn ustedes detenidos! - chillу. El hombre gordo, que era moreno, del susto estaba pбlido. Se quedу paralizado. Pero el hombre de la gorra de bйisbol estaba furioso.
Antes de que Bea pudiera reaccionar, volviу a meter la estatuilla en la bolsa. Luego agarrу un pescado enorme del mostrador de al lado.
Manejaba el pescado como si fuera un arma, y le propinу a Bea un buen golpe en la mejilla. La oficial, mбs por la sorpresa que por el golpe en sн, retrocediу unos pasos.
ЎBea! - gritу el comisario , їestбs herida?
No, no pasa nada respondiу Bea -, pero el tipo se escapa. ЎY se lleva la estatuilla! El ladrуn huнa abriйndose paso entre la multitud.
ЎA йste ya lo tenemos! exclamу el comisario. Sacу un par de esposas del bolsillo. Antes de que el hombre gordo del traje pudiera protestar, Garcнa lo encadenу a uno de los puestos.
Ahora mismo nuestros colegas se encargan de fi, amiguito dijo Garcнa. Y siguiу a Bea, que habнa salido ya tras el ladrуn.
Ademбs de un ladrуn hбbil, el hombre de la gorra de bйisbol era tambiйn un buen corredor.
A pesar de que el fugitivo tenнa que cargar con la estatuilla (que sin duda era pesada), Bea, que estaba en buena forma, apenas podнa seguirlo.
Mientras corrнa, Bea volviу un momento la vista atrбs.
Todo en orden: el comisario la seguнa. Йl no estaba en absoluto en la forma fнsica de la joven oficial alemana, pero se esforzaba.
Jadeando como una locomotora, intentaba no quedarse atrбs.

 

 3.
Bea volviу a mirar hacia delante. El ladrуn se dirigнa ahora hacia el casco antiguo de Hamburgo. Bea habнa nacido aquн y conocнa muy bien la ciudad. Tenнa una idea.

No lo pierda de vista - gritу al comisario, que venнa detrбs.
Lo intentarй respondiу, como pudo, el comisario . Pero tъ eres mбs rбpida.
Por desgracia no tanto como el ladrуn pensу Bea. Entonces se detuvo. El comisario casi tropieza del susto. їPor quй abandona Bea la persecuciуn? Ahora la oficial habнa comenzado de nuevo a correr, pero hacia otra direcciуn.
їQuй te pasa? dijo el comisario , їno puedes mбs? Bea no respondiу. Siguiу corriendo y desapareciу.
El comisario no entendнa nada de nada. Pero ahora no habнa tiempo de hacerse preguntas. El ladrуn se escapaba.
Con un gran esfuerzo, el comisario se lanzу tras el fugitivo. Pero era simplemente imposible acortar la distancia.
Sin embargo el comisario no se daba fбcilmente por vencido. Siguiу corriendo tras el tipo.
Un par de transeъntes se pararon sorprendidos ante la escena.
- ЎPolicнa! - gritу el comisario -. ЎCojan a ese hombre! - les chillу.
Con los nervios, el comisario no se habнa dado cuenta de que les habнa hablado en espaсol. Y ahora estaba muy ocupado para acordarse de cуmo se dice en alemбn ЎCoged al ladrуn!
El fugitivo se dirigнa hacia un puente que atravesaba uno de los canales de Hamburgo. El comisario se percatу ahora de que estaban en el antiguo nъcleo urbano. La verdad es que tenнa ganas de visitar la ciudad. Pero ahora no era el momento apropiado para ver lugares de interйs histуrico. Un barco de turismo atravesaba suavemente el canal.
El fugitivo empezу a cruzar el puente. Si el comisario hubiera visto la cara del ladrуn, hubiera visto una sonrisita de triunfo. De pronto, el fugitivo dejу de sonreнr.
Otra figura habнa surgido al otro lado del puente. Era Bea.
La joven de Hamburgo conocнa la ciudad mucho mejor y habнa tomado un atajo para cruzar el canal por otro puente.
Se precipitу hacia el ladrуn. El hombre de la gorra de bйisbol estaba en una ratonera. De frente estaba Bea.
Por el otro lado, el comisario.
Los dos venнan hacia йl.
Durante un segundo se quedу paralizado.
їRenunciar y entregarse a la policнa?
Eso es lo que esperaba el comisario. Pero aъn le esperaba una sorpresa.
El ladrуn mirу a su alrededor. Ahн estaba el barco turнstico: pasaba en ese mismo instante por debajo del puente.
El ladrуn vacilу un momento. Luego, desapareciу tras la barandilla del puente.

ЎAlto! gritу el comisario.
Demasiado tarde.
El ladrуn cayу con agilidad en la cubierta del barco. Un par de pasajeros, que sуlo querнan disfrutar de las vistas a la ciudad, se quedaron boquiabiertos.
Bea y el comisario se encontraron en medio del puente. Miraban al barco que pasaba por debajo de ellos.
ЎMaldiciуn! - dijo Garcнa, todavнa sin aliento їQuй hacemos ahora?
Si йl puede, yo tambiйn puedo - dijo Bea.
Un segundo despuйs habнa desaparecido tambiйn tras la barandilla del puente. Un momento en el aire, y aterrizу sin problemas a bordo del barco.
Ahora no se me escapa dijo.

 

 4.
El comisario observaba todo desde el puente.
Bea era su ayudante, pero el caso se lo habнan asignado a йl. No podнa permitir que la muchacha hiciera todo el trabajo.
El comisario observу cуmo el barco, que por suerte era bastante alargado, estaba a punto de pasar completamente el puente.
Si querнa saltar, tenнa que ser ahora. Tomу aire. Y saltу de la barandilla.
Durante apenas un segundo el comisario estuvo suspendido en el aire. Por suerte el puente no era muy grande. Sin embargo, al comisario le pareciу que la caнda duraba una eternidad.
Tal y como habнa aprendido hacнa mucho tiempo en sus aсos de formaciуn, al caerjuntу los talones y se dejу rodar por la cubierta.
La caнda fue, a pesarde todo, tan dura, que el comisario vio estrellas. Bea se volviу sorprendida:
ЎComisario! їEstб loco? їA sus aсos? ... se podrнa haber desnucado.
Tampoco soy tan mayor protestу el comisario.
Le dolнa un poco el tobillo izquierdo, pero por lo demбs habнa salido sano de la aventura.
Ahora tenemos que atrapar al ladrуn, luego puedes regaсarme todo lo que quieras - dijo el comisario. Bea asintiу. Entraron juntos en la cabina.

Era relativamente grande y estaba acristalada. De este modo se podнa disfrutar del viaje por el puerto tambiйn con la tнpica lluvia de Hamburgo. El comisario y Bea no estaban aquн para divertirse. Atravesaron la cabina. Los demбs pasajeros los miraban sorprendidos y un poco asustados.
Un niсo se volviу con miedo hacia su madre.
їSon piratas, mamб? le preguntу.
No tengas miedo, chaval le dijo el comisario cuando pasу por su lado . Nosotros somos los buenos de la pelнcula.
Llegaron a la parte externa de la cabina. Ahora estaban cara a cara con el fugitivo. No habнa dуnde huir.
Amiguito, queda detenido dijo el comisario. El ladrуn no habнa contado con unos perseguidores tan constantes.
Dejу la bolsa con la estatuilla robada en el suelo y puso las manos en alto.
En fin, han ganado susurrу -. Me rindo. El comisario le puso las esposas.
Los pasajeros comenzaron a aplaudir.
Unos minutos mбs tarde atracaba el barco.
Un coche de policнa estaba esperando en la orilla para encargarse del detenido.
ЎEnhorabuena por la captura! le dijo al comisario uno de los colegas alemanes mientras le estrechaba la mano . Este tipo tenнa una orden de arresto internacional desde hace meses.
El comisario Garcнa estrechaba la mano de su compaсero y sonreнa satisfecho.
Sin mi colega nunca lo hubiera capturado. A ella tenйis que darle la enhorabuena dijo el comisario seсalando a Bea, que se puso colorada.
їEn quй empleamos el resto del dнa? preguntу la joven alemana . Tenemos el caso resuelto y todavнa es temprano.
El comisario Garcнa sonriу.
Entonces tienes que enseсarme la ciudad. Por lo que he visto, la conoces como nadie.

 

 5.
Serб un placer respondiу Bea.
El timbre de un telйfono les interrumpiу.
El comisario sacу del bolsillo de la chaqueta su mуvil.
Perdona, Bea dijo. Y respondiу a la llamada .їDнgame? Sн, soy el comisario Garcнa ...
Bea miraba al comisario con curiosidad. Garcнa asentнa mientras hablaba por telйfono.
Ya entiendo. Vamos de camino dijo al acabar la conversaciуn.
Apagу el mуvil y mirу un poco decepcionado a Bea.
Lo siento, pero temo que tendremos que dejar el paseo por la ciudad para otro momento.
їQuй ha pasado? preguntу Bea, que ya se imaginaba la respuesta..
Nos espera trabajo dijo el comisario haciendo un gesto de resignaciуn con los hombros.
їVolvemos a Barcelona?
El comisario Garcнa era un especialista en delitos relacionados con obras de arte.
Su бmbito de trabajo habitual era Barcelona, donde tambiйn Bea vivнa y trabajaba.
No exactamente dijo el comisario . їHas estado alguna vez en Madrid?

Al despegar en Hamburgo, el tiempo era frнo y lluvioso. Cuando unas horas despuйs, en el aeropuerto de Madrid, los dos policнas bajaron del aviуn, sintieron una bofetada de calor.
-ЎQuй caior! Aquн estamos a 10 у 15 grados mбs de temperatura que en Hamburgo.
Se quitу el jersey que habнa llevado puesto durante el vuelo.
El comisario sonreнa.
-La verdad, prefiero el calor al frнo y a la lluvia constante que tenйis en Alemania. їCуmo podйis soportarlo?
Uno se acostumbra respondiу Bea . Ahora explнqueme por quй hemos ido a Madrid. En principio Madrid estб fuera de nuestra competencia.

El comisario y Bea estaban tan cansados de su aventura en Hamburgo que habнan pasado la mayor parte del vuelo durmiendo.
Por eso el comisario no habнa tenido tiempo de explicar a Bea los motivos del viaje.
En realidad es sуlo un caso rutinario explicу el comisario . Se trata de un atraco en una galerнa de arte. Para ser exactos, de varios atracos en varias galerнas de arte. Como la policнa de Madrid no tiene un йepartamento propio para este tipo de robos, ha tenido que recurrir a nosotros.
Ya entiendo - dijo Bea, mientras el comisario le abrнa la puerta de un taxi.
Se montaron en el taxi.
їAdonde vamos? - preguntу de buen humor el taxista. El comisario sаcу un papel y lo leyу. Habнa apuntado ahн la direcciуn de la galerнa de arte tras la llamada de Hamburgo.
їConoce la galerнa de arte que estб en la calle Segovia? preguntу el comisario.
Sн, claro respondiу el taxista , en el Madrid de los Austrias.
El comisario notу la cara un poco asombrada de Bea.
їQuй pasa? preguntу la oficial alemana . їHay acaso mбs de un Madrid?
Sн y no - respondiу el comisario, preparбndose para dar una explicaciуn.

 

 6.
Bea se lamentу de haber planteado esa pregunta. Al comisario le encantaba dar explicaciones larguнsimas sobre la historia de los lugares.
Verбs, el casco antiguo de Madrid se divide en el "Madrid de los Austrias" y el "Madrid de los Borbones". Se llaman asн por las dos casas reales que ha tenido Espaсa, los Austrias y los Borbones. El Madrid de los Austrias, mбs antiguo, es famoso por sus palacetes, iglesias y conventos. La mayorнa se levantу en tiempo de Felipe II, de la casa de Habsburgo, que reinу la segunda mitad del siglo XVI.
їNo es asн? - preguntу al taxista.
Sн, sн. Ademбs, fue Felipe II el que hizo de Madrid la capital de Espaсa, porque estaba en el centro del reino. Para ser exactos, eso fue en el aсo 1561.
ЎSн que conocen aquн la historia de Espaсa! exclamу Bea. El taxista se echу a reнr:
No hay de que asombrarse dijo -. Yo estudiй la carrera de Historia en la universidad . Ya sabe, el tуpico del taxista intelectual. La verdad es que no hay mucho trabajo como historiador. Es una pena. Pero bueno, da igual, asн por lo menos puedo contarles a los viajeros de otros paнses cosas de la ciudad. Y suelen dejar asн mбs propina...

El coche pasу por una llamativa catedral.
Y йsta es la catedral de Nuestra Seсora de la Almudena. Aunque la consagrу el Papa hace unos aсos, aъn no se han terminado del todo las obras...
ЎEstб bien! - dijo Bea riendo -. Se ha ganado usted una buena propina. Por mн, ya tengo suficiente con las conferencias de arte del comisario.
їTan aburrido te ha parecido, Bea? - preguntу el comisario.
La joven oficial negу con la cabeza.
Bueno, siempre es instructivo, pero a veces exagera usted un poco, comisario.
Antes de que el comisario pudiera defenderse, parу el taxista el coche a un lado de la calle.
Hemos llegado. La galerнa Lorenzo. Dios mнo, aquн ha habido movimiento. Estб lleno de coches de policнa dijo sorprendido.
Son compaсeros de trabajo explicу el comisario . їMe dice cuбnto le debemos?
El conductor mirу el taxнmetro.
Son 17 euros y 50 cйntimos - dijo.
El comisario buscу en su maletнn.
No se olvide de la propina. Que sea generosa le dijo por lo bajo Bea.
Claro. Aquн tiene: 20 euros. Quйdese con el cambio.
Gracias, seсor. Muy amable. Tras despedirse, Bea y el comisario se bajaron del taxi.

 

 7.
Dentro del coche, con el aire acondicionado, Bea no se habнa dado cuenta del calor que hacнa en Madrid. Al acercarse a la entrada de la galerнa, un joven policнa les cortу el paso.
-Lo siento mucho, pero no pueden pasar. La galerнa estб, hasta nueva orden, cerrada al pъblico. Estamos llevando a cabo una investigaciуn. El comisario Garcнa sacу su identificaciуn del bolsillo.
-Y nosotros tambiйn - se limitу a decir. El joven policнa se cuadrу.
-Le ruego que me disculpe. Yo no podнa saberlo de ningъn modo.
Pueden pasar. Los compaсeros de identificaciуn de huellas dactilares estбn todavнa dentro de la galerнa. Garcнa le dio las gracias por la informaciуn. Despuйs quiso ayudar a Bea a pasar las vallas que la policнa habнa puesto para precintar la galerнa.
-Gracias, comisario dijo Bea , pero ya puedo hacerlo yo sola.
Y de un salto pasу la barrera.
Despuйs tuvo que ayudar al comisario desde el otro lado a pasar la valla.
En los ъltimos meses habнa engordado un poco y tenнa algunas dificultades para saltarla.
Va siendo tiempo de ponerse a rйgimen, comisario dijo Bea.
ЎQuй va! protestу el comisario . Sуlo estoy un poco cansado todavнa por el vuelo. Y ya no soy ningъn cachorro como tъ.
Subieron juntos los dos escalones a la puerta de la galerнa.

Cuando el comisario Garcнa y Bea entraron en la galerнa, sus compaсeros estaban guardando los equipos de trabajo.
їEstб ya terminado el trabajo? - preguntу el comisario mientras mostraba el carnй de policнa. Madrid no era su ciudad, y los otros policнas no tenнan por quй conocerlo.
ЎAh!, Ўnuestro compaсero de Barcelona] dijo un hombre muy alto, moreno y con perilla. Estaba recogiendo rбpidasmente un maletнn con las herramientas que se utilizan para identificar huellas dactilares.
Encantado de conocerlo, comisario Garcнa. Es una suerte que usted se encargue de este caso. Para este tipo de asuntos, dependemos absolutamente de ustedes. Apenas nos queda en Madrid poco tiempo para ocuparnos deirobo de un par de cuadros mediocres. Por cierto, me llamo Cervantes.
ЎAnda!, їcуmo el escritor? preguntу Bea mientras le estrechaba la mano.
Eso es. Pero yo no soy manco.
El comisario miraba muy pensativo a Cervantes.
їQuй quiere decir con "cuadros mediocres"?
La verdad es que no soy un experto en arte. Pero don Lorenzo, el propietario de la galerнa, ha dicho que el cuadro robado no era especialmente valioso.
Pero lo mejor es que hablen ustedes con йl en persona.

El policнa seсalу a un hombre bajito con traje que estaba en una esquina. Parecнa desolado.
Йse es don Lorenzo. Yo me tengo que ir. Que tenga un buen dнa, comisario dijo. Y dirigiйndose a Bea, se despidiу de ella.
Adiуs, seсorita.
El comisario, tras despedirse de Cervantes, se acercу al seсor bajito.
Buenas tardes, їes Ud don Lorenzo? preguntу el comisario . Permнtame que me presente. Soy el comisario Garcнa, y йsta es mi compaсera, Bea Schramm. Viene de Alemania. Nos ocuparemos de este caso.
Encantado de conocerlo, comisario.
Es un placer conocerla, seсorita Schramm. Espero que puedan Uds resolver este caso pronto.
Haremos todo lo que estй en nuestras manos asegurу Garcнa . їQuй es lo que le han robado exactamente?
-Bueno, sуlo un paisaje de un pintor regular del siglo XVIII. Un tal Miguel Fuente.

 

 8.
El comisario se quedу un momento pensativo. Despuйs dijo:
-Nunca he oнdo hablar de йl.
Bea frunciу el ceсo.
Si el comisario no conocнa el nombre, ese pintor era de verdad un desconocido.
Le creo, comisario - afirmу el dueсo de la galerнa . Como le he dicho, no es conocido y sus cuadros son bastante regulares. La mayor parte de su obra son paisajes que durante un tiempo estuvieron de moda en la corte. Pero pasу rбpido al olvido. Con razуn.
Entonces no entiendo por quй han robado uno de sus cuadros dijo el comisario.
Es un misterio para mн tambiйn asegurу don Lorenzo . Tengo en la galerнa obras de arte verdaderamente valiosas. El cuadro de Fuente lo habнa colgado sуlo para cubrir un hueco vacнo en la pared al lado del cuarto de baсo. Pensй que un Fuente era mejor que una pared blanca. Quizб el ladrуn se llevу el primer cuadro que vio.
Es posible ... dijo el comisario , pero muy improbable. Su galerнa cuenta con un buen sistema de seguridad, їverdad?
El propietario afirmу enйrgicamente con la cabeza.
ЎPor supuesto! La galerнa dispone de los sistemas de alarma mбs avanzados. El ladrуn era un profesional. No me he dado cuenta del robo hasta esta maсana, al abrir el local.
Lo suponнa afirmу el comisario . Y quien se esfuerza de ese modo para asaltar una galerнa de arte sabe de antemano lo que quiere. No, no, el ladrуn buscaba exactamente ese cuadro.
Pero, ese cuadro precisamente ... їpor quй? -preguntу Bea.
Eso es lo que tenemos que averiguar afirmу Garcнa.
їAlgъn problema? - preguntу el policнa, sonriendo, aBea.
-No, Ўquй va! Muchas gracias - respondiу la oficial de policнa -. El programa informбtico con el que trabajamos en Barcelona es muy parecido.
-Estupendo. Si me necesita, dнgamelo. Yo me siento justo al lado.
El policнa seсalaba una de las mesas de la oficina de la comisarнa central de policнa.
-Asн lo harй. Muchas gracias - dijo otra vez Bea.
El comisario estaba detrбs de ella, y se reнa discretamente.

A ese chico le gustas, Bea susurrу el comisario a Bea, cuando el muchacho ya no podнa oнrlo.
ЎTonterнas!
Bea negу con la cabeza y se volviу a concentrar en el monitor del ordenador.
A travйs del ordenador tenнa acceso a todos los archivos de la base de datos de la policнa.
El comisario tambiйn volviу a ocuparse de su trabajo...
Me alegro de poder contar contigo - dijo el comisario. No tengo ni idea de cуmo funcionan estos cacharros. Mi superior en Barcelona me ha puesto un ordenador sobre la mesa, pero todavнa no he conseguido averiguar cуmo hay que ponerlo en marcha.
Ya lo sй dijo Bea . Usted debe de ser el ъnico policнa de toda Espaсa, bueno, de toda Europa, que utiliza la mбquina de escribir para redactar los informes.
їY quй? Si no se puede borrar inmediatamente cada palabra que uno escribe, se piensa un poco mбs antes de teclearla. Pero lo admito, para las investigaciones los ordenadores de hoy en dнa son infalibles.
Tiene razуn asintiу Bea. Luego pinchу con el ratуn uno de los iconos de la pantalla. Unos segundos despuйs, aparecнa un listado.
Aquн lo tenemos ya. Todos los cuadros cuyo robo ha sido denunciado en los ъltimos tres meses. El comisario mirу la pantalla. Habнa cuatro denuncias registradas en los ъltimos dнas.

 

 9.
Bueno, no estб nada mal. No se suelen robar muchos cuadros. Es muy difнcil para los ladrones venderlos despuйs. Asi que cuatro robos en tres meses es una buena media.
Y esto no es todo, comisario dijo Bea. Seсalaba con un lбpiz un punto del monitor.
Observe los cuadros que han robado.
їA quй te refieres? preguntу el comisario. Mirу la pantalla despacio y lo comprendiу...
Los cuatro lienzos robados tenнan una cosa en comъn ... ЎEran todos de Miguel Fuente!
Esto es rarнsimo - susurrу el comisario -. їPor quй estб un criminal empeсado en robar los cuadros de un pintor mediocre? No tienen ningъn valor.
Bueno, comisario - dijo Bea con una sonrisita -, como usted mismo ha dicho: averiguarlo es nuestra misiуn.

Bea estaba a gusto. Aquн, en la Biblioteca Nacional, habнa un frescor muy agradable.
De fondo, se oнa el suave rumor del aire acondicionado.
La joven oficial se acercу al comisario, que seguнa en su lugar de lectura, enfrascado en un libro.
Bea tuvo que reнrse. Estaba segura de que el comisario Garcнa disfrutaba mucho de esta parte de la investigaciуn.
їНа encontrado algo? - preguntу, en voz baja, Bea. Garcнa la mirу un segundo.
He leнdo mucho, y ya he dado con algъn dato - dijo el comisario -. Miguel Fuente, el autor de los cuadros robados, no fue un pintor importante en su йpoca. Tuvo la suerte de vivir en un tiempo en el que se protegieron mucho las Bellas Artes en Espaсa.
El comisario hizo un gesto a Bea para que se sentara en una silla libre a su lado. Bea suspirу. Sabнa lo que le tocaba ahora. Otra lecciуn de historia del arte.
A pesar de todo, se sentу al lado del comisario. Nunca se sabe lo suficiente, pensу.
El comisario continuу en voz baja.
Tras el final de la Guerra de Sucesiуn al trono, el nuevo rey, Felipe Vde Borbуn, intentу modernizar el paнs. Bajo su protecciуn se crearon academias tan importantes como la Real Academia Espaсola de la Lengua, en 1714; la Real Academia de Historia, en 1738, o la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en 1744.
En este tiempo continuу el comisario -, ademбs, el castellano se convirtiу en la lengua nacional y de la administraciуn del Estado.
їQuй tiene todo esto que ver con nuestro caso? -preguntу Bea algo impaciente.
Quizб mucho, quizб nada. De cualquier modo, nuestro artista fue afortunado, al trabajar en un tiempo en el que el estado promovнa la pintura. A lo que contribuyу que la mismнsima Reina Isabel de Famesio comprara muchos de sus cuadros. Aquн estбn reproducidas un par de pinturas de Fuente.
El comisario acercу a Bea un grueso tomo y seсalу con el dedo una de las ilustraciones. Bea la mirу.
El cuadro representaba un idнlico paisaje espaсol, con montes verdes y un cielo muy azul.
Es muy bonito dijo Bea.
Ya, es muy bonito asintiу el comisario -. Pero sуlo eso. La tйcnica de Fuente no es muy buena. El paisaje estб pintado con mucho detalle. Seguro que se trata de una merienda campestre de los reyes, o algo asн. їColgarнas tъ un cuadro tan aburrido en el salуn de tu casa?
Bea no pudo evitar reнrse.
Por desgracia yo no puedo colgar muchos cuadros: no tengo salуn, sino un cuartito de estar muy pequeсo. Pero estб en lo cierto: si fuera la Reina de Espaсa, y pudiera comprarme cualquier cuadro que me gustara, encontrarнa seguramente muchos cuadros mejores.
-Exactamente afirmу el comisario y ceno el libro.
-Y sin embargo Fuente fue un protegido de la Reina.
Sencillamente, me cuesta mucho entender por quй.

 

 10.
Y aъn entiendo menos por quй Fuente de repente es el objetivo de un ladrуn de arte.

Bea se rascaba la cabeza.
-Yo tampoco puedo entenderlo. Ni idea. Pero acabamos de empezar la investigaciуn. їQuй tal si nos tomamos el resto de la tarde libre? El viaje ha sido largo y ni siquiera hemos buscado un hotel para dormir.
El comisario Garcнa asintiу.
-Muy buena idea, Bea. Yo, ademбs, todavнa no he comido bien.
Vamos a buscar un hotel, pero antes, їnos tomamos unas tapas en algъn bar?
El comisario Garcнa y Bea se bajaron en el metro de Latina. El comisario necesitу un par de segundos para orientarse.
-їPor dуnde vamos ahora?
-Un momento... respondiу Garcнa . La ъltima vez que estuve en Madrid fue hace dos aсos.
Por fin se situу. Miraba hacia todos los sitios.
-Si aъn puedes aguantar el hambre, Bea, te propondrнa una cosilla...
-їQuй?
-Aquн al lado estб el Rastro. Es el mercadilio mбs conocido de la ciudad. Yo estuve allн hace un par de aсos. De verdad: hay de todo.
Bea se reнa. Siempre estaba dispuesta a visitar un mercado de objetos viejos.
Entonces, vamosgritу -. Pero hacemos una parada para tomar un trago, їverdad?
Apenas un segundo mбs tarde, el comisario y Bea estaban en medio del gentнo.
El mercadillo se extendнa a travйs de una calle muy estrecha, la Ribera de Curtidores.
El comisario no habнa exagerado. Habнa de todo: antigьedades valiosas, baratijas, ropa usada, joyas, libros, maбcotas ...
Ademбs, los anticuarios y galerнas de arte abrнan sus puertas directamente al Rastro.

El comisario estaba entusiasmado. Bea tenнa que arrastrar a su superior, que se quedaba horas enfrente de los escaparates de antigьedades.
Es usted peor que una mujer buscando un nuevo par de zapatos se reнa Bea.
El comisario Garcнa se puso un poco rojo.
-Perdona, Bea. Pero ya sabes que la bъsqueda de obras de arte no es sуlo mi trabajo, sino tambiйn mi pasiуn. A pesar de aquн todo se vende de modo legal... eso espero.

Era un secreto a voces que muchas de las tiendas del rastro ofrecнan tambiйn obras robadas.
Habнa muchos propietarios de galerнas que nunca preguntaban por el origen de las obras que compraban. No era extraсo que el coleccionista de arte que habнa comprado una obra robada encontrara, tras ser vнctima de un robo, esa misma obra en el escaparate de otra galerнa.
El propietario podнa afirmar una y otra vez que йl habнa comprado esa obra en el mercado legal, pero era muy difнcil demostrar algo en estos casos.
A pesar de todo, la gran mayorнa de dueсos de galerнas de arte era gente honrada.
Bea siguiу andando y se parу fascinada ante una estatuilla de un бngel que estaba puesta a la venta en uno de los comercios.
El vendedor del puestecito se dio cuenta del interйs de
Veo que tiene usted buen ojo, seсorita - dijo. Йsta es una pieza extraordinaria del siglo XVII.
Bea respondiу amablemente y con una sonrisa:
Muchas gracias, pero sуlo querнa echar un vistazo.
El comerciante respondiу tambiйn sonriendo:
-Por supuesto. Mire usted lo que quiera, con toda tranquilidad. En caso de que se decida usted por esta pieza ъnica, se la dejarнa a un precio especial. Sуlo 200 euros.

 

 11.
El comisario Garcнa se acercу a Bea y le dijo al oнdo:
-He visto la misma figurilla tres puestos mбs adelante por 20 euros.
Es sуlo una vulgar falsificaciуn.
Bea volviу a dejar la estatuilla en su lugar.
-Quizб la prуxima vez - dijo.
-Seguro. Serб para mн un placer.
El comisario y Bea avanzaron un poco mбs.
-Gracias por la advertencia, comisario - dijo Bea -. Casi muerdo el anzuelo. Aquн hay que tener cuidado. A veces es muy prбctico tener cerca un experto en arte... ЎComisario! їQuй le pasa?
El comisario Garcнa se habнa quedado atrбs, paralizado ante el escaparate de una galerнa. Bea se acercу a йl.
-їComisario? volviу a llamarlo -. їEstб todo bien?
-ЎQuй casualidad! - murmurу Garcнa mientras seсalaba un cuadro del escaparate -. ЎMira ahн! ЎEse cuadro!
Era un lienzo de un paisaje primaveral. Al fondo se veнa un grupo de gente que preparaba una merienda en el campo.
-їY quй? - preguntу Bea. Miraba hacia el cuadro -. їLe parece ese paisaje tan impresionante? A mн me gusta mбs aquel de allн, el retrato. Ese paisaje lo encuentro bastante corriente, la verdad. - Yo tambiйndijo el comisario -. Pero mira el cuadro mбs despacio. їReconoces el estilo de ese pintor...? Es un Fuente.

El comisario y Bea entraron en la galerнa.
Hacнa un calor espantoso dentro de la pequeсa tienda.
Eso fue lo primero que les llamу la atenciуn.
El comisario echу un vistazo a su alrededor. Poco despuйs un hombre, elegantemente vestido, saliу de la trastienda. Tenнa la frente cubierta de sudor.
Buenas tardes, caballero, seсorita saludу amablemente . їPuedo ayudarles en algo? Les ruego disculpen el calor que hace aquн dentro, pero se ha estropeado el aire acondicionado y el tйcnico no vendrб hasta maсana por la maсana.
El comisario Garcнa se secу la frente con un paсuelo. Habнa empezado a sudar.
-Buenas tardes dijo por fin el comisario -. He visto en el escaparate un paisaje. Es un Fuente, їverdad?
El dueсo levantу una ceja.
ЎEfectivamente! - dijo sorprendido -. Es Ud el primero que reconoce un Fuente. Ese pintor no es demasiado conocido, me temo.
Yo lo he reconocido sуlo porque ahora, por motivos laborales, he tenido que ocuparme de algunos de sus cuadros. їDebo preguntarle cуmo ha llegado ese cuadro a su poder?
Por supuesto respondiу el dueсo de la tienda -. Proviene de la herencia de un conocido coleccionista. Les puedo asegurar que el cuadro no pertenece a los que han robado estos ъltimos meses.
їTiene usted noticia de los robos? - preguntу Bea.
El propietario asintiу.
-Naturalmente. En nuestros cнrculos no hay nada que no se sepa. Nosotros los comerciantes de arte vivimos en cierto modo de tener los ojos y los oнdos bien abiertos.
-їPor quй? volviу a preguntar Bea con curiosidad.
-Muy sencillo. Porque el mercado de obras de arte depende tambiйn de modas. Por el motivo que-sea,- de-repente, este o aquel artista estб muy solicitado. Y entonces es bueno disponer de un par de obras de йl para ponerlas a la venta.
-Ya entiendo. їY por eso ha puesto a la vista el Fuente? - quiso saber Bea.
-Exactamente. Con la espectacular serie de robos se ha hecho muy famoso, al menos entre los coleccionistas. De todos modos he de admitir que antes tenнa ese cuadro guardado en el sуtano. A mн su estilo no me dice absolutamente nada. Sus cuadros eran hasta hoy casi imposibles de vender. Son tan ... ... aburridos terminу el comisario Garcнa la frase.
 

 12.
El propietario del establecimiento asintiу:
-Eso es. їQuieren ver el cuadro de cerca?
Sн, por favor dijo el comisario. El dueсo abriу la puerta de cristal del escaparate y cogiу el cuadro del caballete en que estaba apoyado. Luego se lo dio al comisario Garcнa que lo examinaba con atenciуn.
Por encima de su hombro, Bea miraba tambiйn el cuadro.
Es una pintura muy sosa dijo el comisario , pero estб todo representado con mucho detalle. Mira aquн, si te fijas, puedes identificar incluso los rostros de la gente.
El comisario sacу sus gafas del bolsillo de la chaqueta y volviу a mirar la pintura. Ahн estaba: al fondo se sentaba un grupo de gente, ricamente vestido, con aspecto de pertenecer a la nobleza.
Estaban merendando en el campo.
A un par de metros del grupo principal, se sentaban dos figuras: un hombre y una mujer, tras un pequeсo бrbol. Como si se hubieran separado de los demбs.
Una pareja de enamorados, seguramente.
-En efecto - murmurу el comisario -. Estб pintado con extraordinario detalle. Seguramente pintу los rostros con una lupa.
La riqueza de detalles del cuadro era de verdad impresionante. Sin embargo, no dejaba de ser frнo y algo cursi.
No era un cuadro especialmente logrado. El comisario guardу sus gafas de nuevo y volviу la cabeza hacia el comerciante.

- їCuбnto cuesta el cuadro? preguntу.
Bea no podнa creer lo que estaba oyendo.
-Comisario le dijo en voz baja , їquiere en serio comprar ese cuadro?
-Sн, eso es lo que quiero - le respondiу el comisario tambiйn en voz baja . A lo mejor nos da una pista sobre los otros robos. Ademбs, no serб muy caro. El dueсo acaba de decir que los cuadros de Fuente eran casi imposibles de vender.
El dueсo de la galerнa esperaba con educaciуn: eWin de la conversaciуn privada.
-Se lo puedo vender por 1.500 euros dijo cuando el (Comisario y Bea se callaron.
Bea no se lo podнa creer. Ў 1.500 euros! El comisario lo pensу unos segundos:
-1.300 - dijo al fin -. Yo me llevo el cuadro, y usted lo pierde por fin de vista.
Ahora era el comerciante el que meditaba. Al final, sonriу.
-De acuerdo. Tengo que admitir que ni siquiera habнa pensado colgar este cuadro en mi tienda.
-Y nosotros ahora tenemos que cargar con йl dijo Bea sin que nadie la oyera.

El comisario Garcнa cogiу el cuadro que el comerciante habнa envuelto en papel de embalaje marrуn y lo dejу sobre el mostrador de la tienda para sacar su cartera.
їPuedo pagar con tarjeta de crйdito? - preguntу.
El dueсo hizo un gesto afirmativo: Por supuesto.
El comerciante cogiу la tarjeta del comisario. Sonreнa.
їCуmo ha podido Ud comprar este cuadro tan horroroso? preguntу Bea al comisario.
Quizб nos ayude a avanzar en el caso, Bea res¬pondiу Garcнa.
Bueno, la esperanza es lo ъltimo que se pierde - dijo Bea. Miraba al propietario de la tienda, que estaba pasando la tarjeta de crйdito por el lector. Con un poco de suerte, terminaba pronto la venta.
El aire dentro de la galerнa parecнa volverse cada vez mбs cargante.
Menos mal que no tenнan que permanecer aquн el dнa entero.
La joven oficial se secу una gota de sudor de la frente.
Observу que el comisario y el comerciante sudaban tambiйn.
En este momento entrу un hombre a la tienda.
Bea y el comisario se miraron sorprendidos.
El hombre era alto, tenнa el pelo oscuro y llevaba puesto un traje blanco, muy elegante.
Llevaba tambiйn un sombrero de ala ancha. La mayorнa de los hombres, pensу Bea, son ridнculos con ese tipo de sombrero.
 

 13.
Pero a йste le sentaba muy bien.
Sin embargo, el tipo tenнa algo que a Bea no le gustaba. Pero no conseguнa saber quй.

-Buenos dнas dijo el desconocido con un tono de voz muy agradable.
En seguida fue al grano.
-He oнdo que vende usted un cuadro del pintor Fuente. Me gustarнa adquirirlo.
El comerciante lo mirу desde el otro lado del mostrador, con un gesto de disculpa.
-Lo siento mucho, seсor. Me temo que llega un par de minutos tarde.
Seсalу al comisario:
-Este caballero acaba de comprarlo.
El hombre del traje blanco mirу enfadado al comisario. Luego se volviу hacia el paquete que todavнa estaba sobre el mostrador.
-їQuй? ЎEso no puede ser! ЎEse cuadro tiene que ser mнo! їMe escucha? Me da lo mismo lo que este seсor haya pagado... le ofrezco el doble.
El comisario estaba sorprendido. їPor quй querнa comprar este tipo un cuadro tan raro? їY a un precio tan alto? Antes de que el comisario pudiera decir nada, el comerciante negу con la cabeza.
-Lo siento mucho, seсor. Eso no lo puedo hacer. Por muy tentadora que sea su oferta, yo tengo que cuidar mi honor de comerciante. Lo vendido estб vendido. Pero dispongo de una gran cantidad de cuadros igualmente interesantes. Quizб...
-Guбrdese usted sus cuadros, - le interrumpiу el hombre del traje. Luego se volviу directamente hacia Garcнa.
-Escuche, ese cuadro tiene que ser mнo. Le ofrezco a cambio 5.000 Euros.
Bea abriу los ojos de par en par. 5.000 Euros. Eso eran muchos meses de trabajo. El comisario estaba a punto de hacer el negocio de su vida. Pero, para sorpresa de Bea, el comisario movнa la cabeza de un lado para otro ... - Lo siento, seсor. Pero creo que me he enamorado de este cuadro. Me gustarнa, ahora que lo tengo, quedarme con йl.
-Tonterнas - dijo el hombre del traje blanco -. El cuadro no tiene ningъn valor, y usted lo sabe. Aproveche la ocasiуn: le ofrezco por esa baratija 6.000 euros.
-Entonces, їpuedo preguntarle por quй estб dispuesto a pagar esa cantidad de dinero por un cuadro tan malo? -quiso saber el comisario.
-Eso no es asunto suyo - dijo el hombre de visible mal humor. Entonces, cambiу de tбctica.
Antes de que Bea o el comisario pudieran reaccionar, avanzу unos pasos y agarrу sin mediar palabra el cuadro que aъn estaba en el mostrador de la tienda.
-Dame eso - gritу.
-їQuй significa todo esto? - dijo el dueсo de la tienda, asustado.
El hombre del traje sin embargo no se detuvo a dar explicaciones.
Dando media vuelta, saliу corriendo de la tienda. Pero no habнa contado con la presencia de Bea. Como sabemos, Bea estaba en forma y sus reflejos eran excelentes.
Justo cuando el ladrуn iba a salir por la puerta, Bea agarrу el cuadro y tirу de йl.
El hombre del traje no habнa visto a Bea, y el tirуn le cogiу por sorpresa.
Gritу furioso, pero no pudo hacer nada. Bea tenнa el cuadro en sus manos. La reacciуn de Bea habнa sido una sorpresa.
El tirуn que Bea dio para hacerse con el paquete casi tumbу al ladrуn.
Йste miraba furioso alrededor. No querнa irse sin el cuadro.
Pero Bea, el comisario y el dueсo de la tienda eran tres personas. Y йl, aunque fuerte, sуlo una. No podнa hacer nada.
Nos volveremos a ver. Eso es seguro - amenazу. Entonces saliу huyendo a la calle.

 

 14.
Bea no se lo pensу dos veces. Dejу el cuadro de nuevo sobre el mostrador.
Aquн tiene. Esta vez no lo pierda de vista dijo al comisario.
Y diciendo esto, saliу tras el ladrуn.
Fuera de la tienda se agolpaban los visitantes del Rastro.
El fugitivo se habнa mezclado entre la multitud. Era imposible saber por dуnde habrнa huido el tipo.
Bea suspirу. Muy a su pesar, volviу a la tienda.
El comisario Garcнa y Bea disfrutaban de un helado sentados en la terraza de una cafeterнa.
Al comisario le encantaba el helado. Se lo merecнan despuйs de un dнa tan ajetreado.
Con mucho cuidado, el comisario Garcнa habнa sacado el cuadro de su envoltorio y lo examinaba.
Ni siquiera mirбndolo despacio le resultaba interesante.
Habнa que admitir que el desconocido del traje blanco tenнa raxуn: el cuadro era una cursilerнa.
Bea parecнa leerle el pensamiento.
No lo entiendo dijo . їPor quй aquel tipo estaba tan interesado en el cuadro? A mн no me gusta en absoluto.
Estбs en lo cierto, Bea. Un cuadro mediocre de un pintor mediocre. Y, como le pasa al vino, los aсos no hacen que sea mejor.
No consigo entender por quй Fuente rae tan conocido en su tiempo.
Eso no lo vamos a comprender nunca dijo Bea metiendo la cuchara en la copa de helado.
El comisario se rascaba la cabeza pensativamente.
-їY si estuviera precisamente ahн la clave de todo? Si supiйramos por quй los cuadros de Fuente estuvieron de moda, quizб comprenderнamos por quй este ladrуn estб tan interesado en ellos.
-Quizб lo valioso no sea el cuadro en sн, sino el marco dijo Bea.
-Eso ya lo habнa pensado respondiу Garcнa. Sostenнa el cuadro en alto . Pero este marco no vale mucho. Tambiйn he pensado eoJa-posibUidad de que Fuente hubiera pintado uno de sus paisajes sobre un cuadro valioso de algъn otro pintor. Los lienzos eran muy caros entonces. Esa especie de "reciclaje" era muy corriente en el pasado.
Pero aquн parece que no hay nada pintado por debajo.

Garcнa observaba el cuadro a la luz del sol del atardecer. Lo volviу a guardar enseguida. Algunos clientes del bar lemiraban con curiosidad. No era muy normal que alguien llevara consigo por la calle un cuadro antiguo.
El comisario le pidiу al camarero otro helado. El camarero se lo trajo, y lo puso sobre la mesa.
- En cualquier caso, le hemos puesto las cosas difнciles al ladrуn - dijo entre cucharada у cucharada de helado.
їDe verdad piensa usted que el autor de los robos en las galerнas y el desconocido del traje blanco son la misma persona?
Creo que sн. Quizб estб trabajando йl tambiйn bajo las уrdenes de un coleccionista. Pero lo raro es que ningъn coleccionista que entienda de verdad de arte se pondrнa fuera de la ley por unos cuadros tan malos.
їEntonces? - preguntу Bea.
Lo primero, buscamos un hotel, porque estamos andando por la ciudad con un cuadro llamativo debajo del brazo, y no estoy muy a gusto.
їllene miedo de que el tipolo intente otra vez?
En eso precisamente estoy pensando - respondiу Garcнa, e hizo un gesto para llamar al camarero.
їNos trae la cuenta, por favor? - le pidiу. Aquн tiene - dijo el camarero depositando un platillo con la cuenta sobre la mesa. Bea buscaba en su bolso la cartera, pero el comisario fue mбs rбpido y ya habнa dejado en el platillo el dinero.
Esta vez te invito yo - dijo . Ademбs, te debo algo: gracias a ti aъn tengo el cuadro en mi poder.

 

 15.
Es verdad - dijo Bea con una sonrisa -. Si lo hubiera dicho antes, hubiera pedido una copa de helado mбs grande. Los dos se echaron a reнr.
Ninguno se habнa dado cuenta de que el hombre alto del traje blanco los estaba observando desde una esquina de la calle de enfrente.
El resto del dнa continuу sin sobresaltos. Nuestra pareja no tuvo dificultades para encontrar una habitaciуn.
Por suerte aъn no habнa empezado la temporada alta, y la ciudad no estaba demasiado llena.
Los dos policнas se hospedaron en un hotel del centro.
Despuйs de cenar juntos se fueron a dormir.
Ya en su habitaciуn, el comisario abriу la ventana y mirу a la calle.
Era de noche. Pero Madrid no estб nunca tranquila.
Afortunadamente, desde su habitaciуn no se oнa demasiado el ruido de la calle.
Garcнa se tumbу en la cama y contemplaba el cuadro que habнa apoyado en la pared. їCuбl serб la clave de todo? En ese momento llamaron a la puerta.
El comisario Garcнa se levantу de la cama. їQuiйn serб tan tarde?
їSerб Bea, que ha tenido alguna idea importante?
El comisario Garcнa confiaba en su joven ayudante.
Quizб habнa resuelto el misterio del cuadro.
їQuiйn es? preguntу desde dentro de la habitaciуn.
Servicio de habitaciones respondiу una voz a travйs de la puerta . їHa encargado Ud champбn y canapйs de salmуn?
Seguro que no, pensу en comisario. Esto es un viaje de trabajo, y no tenнa que pagar la habitaciуn; pero el champбn y el salmуn no entraban dentro de los gastos que cubrнa la administraciуn. Aquн tiene que haber un error.
Garcнa se acercу a la puerta y la abriу. Descubriу a un hombre alto vestido con el uniforme de camarero y un carrito al lado.
Tan pronto como el comisario abriу la puerta, el camarero empujу el carrito dentro de la habitaciуn. Garcнa no tuvo tiempo de protestar.
Un momento, por favor. Esto tiene que ser una equivocaciуn dijo Garcнa amablemente . Yo no he pedido nada. Y menos champбn.
El camarero se mostrу extraсado y sacу una libreta del bolsillo del uniforme.
їEstб usted seguro? Aquн en la hoja de pedidos lo pone bien claro ...
Lйalo usted mismo.
Dйjeme ver ... pidiу el comisario, tomando la libreta...
Esto es una broma de mal gusto, pensу el comisario. Sуlo habнa una frase escrita. "Compуrtese con tranquilidad y no le pasarб nada."
їQuй significa esta tonterнa? dijo el comisario y levantу la vista.
El camarero lo estaba apuntando con una pistola
Haga lo que ha leнdo - dijo el falso camarero -. Sуlo quiero el cuadro. Luego desaparezco. El comisario mirу al criminal con firmeza.
Piйnsatelo dos veces, amiguito. Me llamo Garcнa y soy comisario.

Si el hombre estaba sorprendido, no lo demostrу de ninguna manera. Apenas sн levantу una ceja.
Vaya - dijo , un policнa. Eso sн que no lo esperaba. Creнa que era usted un coleccionista que querнa aprovecharse de la fama inesperada de los cuadros de Fuente ...
El hombre avanzу un par de pasos de espaldas y se acercу al cuadro. ... pero no cambia nada. Me llevo el cuadro. No podrнa de todas formas hacer nada con йl. No tiene ni idea de lo que tiene en esta pintura tanto valor...
Pues si tъ estбs tan bien enterado, podrнas decнrmelo dijo el comisario con mucha tranquilidad. Por supuesto, el comisario no esperaba que el criminal fuera a desvelarle a йl nada. Sуlo intentaba ganar un poco de tiempo.

 

 16.
El comisario Garcнa estaba esperando el momento oportuno. El hombre sonriу con malicia.
їDe verdad cree que voy a hacer su trabajo por usted?
Entonces se agachу ligeramente para recoger el cuadro. Durante un segundo el caсуn del arma no estaba apuntando al comisario. Era el momento que Garcнa habнa estado esperando.
Se abalanzу sobre el tipo. El ladrуn abriу los ojos de par en par, pero no pudo evitar que el comisario se le echara encima. Garcнa no era en absoluto un peso ligero.
Los dos cayeron rodando por el suelo.
Empezaron a pelear sobre la alfombra.
El ladrуn estaba en forma. Era un buen luchador.
El comisario Garcнa concentraba todos sus esfuerzos en quitarle la pistola de la mano. Por eso no se dio cuenta de cуmo el criminal, en medio del forcejeo, agarraba a tientas la botella de champбn que estaba encima del carrito. El golpe en la cabeza le cogiу completamente desprevenido.
La botella se hizo aсicos.
El comisario vio estrellas. El champбn helado en la nuca evitу que perdiera instantбneamente el conocimiento. El ladrуn se puso de pie.
-Hay que mantenerse lejos del alcohol cuando se tolera mal -dijo riendo. Se guardу la pistola en el cinturуn. El comisario tenia la impresiуn dй estar borracho. La cabeza le daba vueltas y veнa doble. El ladrуn sonreнa. Agarrу el cuadro y lo escondiу en el carrito.
-Buenas noches, comisario - dijo irуnicamente al abandonar el cuarto.
-ЎAh!... la aspirina ayuda cuando el alcohol se sube a la cabeza.
El ladrуn volviу a sonreнr. Despuйs de empujar el carrito mera de la habitaciуn, saliу al pasillo y cerrу suavemente la puerta.
Durante algunos segundos Garcнa perdiу el conocimiento. Cuando se despertу de nuevo, habнa alguien a la puerta.
їOtra vez el ladrуn que volvнa? їHabнa olvidado algo? їO lo habнa pensado mejor y habнa decidido no dejar ningъn testigo?
Al abrirse la puerta, Garcнa estaba preparado para todo.
Bea entrу en la habitaciуn. Se asustу al ver al comisario tirado en el suelo.

ЎComisario! їQuй le ha pasado?
No te preocupes musitу el comisario . Ahora te explico, pero ayъdame primero a levantarme.
Bea corriу hacia el comisario y le tendiу la mano. Con un poco de esfuerzo consiguiу tender al comisario sobre la cama.
Pienso en serio que deberнa hacer rйgimen - dijo Bea . Por cierto, podrнa haber compartido conmigo el champбn.
Muy gracioso respondiу el comisario y llevбndose una mano a la cabeza dolorida.
Le saldrнa un bonito chichуn en la coronilla. Pero, por lo demбs, se recuperarнa pronto. En cualquier caso, el misterioso ladrуn acababa de robarle el cuadro:
Su orgullo herido le dolнa mбs que la cabeza.
їQuй demonios ha pasado aquн? - dijo Bea mirando el desastre de la habitaciуn.
El comisario Garcнa bebiу un poco de agua de un vaso que habнa en la mesilla de noche antes de contarle a Bea lo que habнa sucedido.

Pero eso es horrible - dijo Bea, cuando Garcнa terminу de hablar . Ese tipo podrнa haber acabado con usted.
Garcнa lo negу.
No, no creo. Ese tipo es un ladrуn, pero no me parece que sea un asesino a sangre frнa.
Espero que tenga razуn dijo Bea . їEra el tipo del traje blanco que querнa comprar el cuadro esta tarde en la galerнa?
No. No tenнa el mismo aspecto, aunque era de la misma estatura. Pura casualidad, supongo.
El comisario se secу un par de gotas de champбn que aъn le resbalaban por la frente. De repente lo comprendiу ...

 

 17.
Era como si el golpe le hubiera activado la materia gris. El comisario miraba el paсuelo.
-їComisario? preguntу Bea preocupada . їQuй le pasa? їQuiere que vaya a buscar un mйdico?
-No, gracias. Todo va bien. Simplemente acabo de acordarme de un detalle. Dime, Bea, їquй te llamу la atenciуn de ese hombre?
-їDel tipo del traje blanco? Sн, bueno, ahora que lo dice... habнa algo no muy habitual en йl. Pero no sabrнa decir quй.
-Exacto. Yo tambiйn notй algo raro. Y ahora me he dado cuenta de quй era.
їEl quй? - preguntу Bea con curiosidad -. їPor quй no lo dice de una vez?
-їRecuerdas el calor que hacнa dentro de la galerнa?
-Sн. El aire acondicionado no funcionaba, si no recuerdo mal.
-Exacto. Pero yo me fijй en la cara del desconocido cuando entrу al local... -їY?
-No sudaba. No habнa ninguna gota de sudor en su rostro.
-ЎEs verdad! - gritу Bea . Eso era lo que me habнa parecido raro en йl.
Pero, їquiere eso decir algo?, їtiene usted alguna explicaciуn?
-Creo que la respuesta es muy sencilla: llevaba puesto una mбscara.
їUna mбscara? - repitiу Bea . їQuiere decir que iba dis&azado y que aquel tipo y el supuesto camarero del hotel son la misma persona?
El comisario Garcнa frunciу el ceсo pensativo.
Sн, eso creo. Bea dio un suspiro.
-Entonces sн que no tenemos ninguna posibilidad de averiguar la identidad del desconocido.
El comisario estuvo un momento pensativo.
Recuerdo un caso muy parecido, que resolviу mi colega de Londres, el inspector de policнa Hudson. Tambiйn se trataba de un cuadro. Al ladrуn lo conocнan por "Phantom", un maestro en el arte del disfraz. Al inspector Hudson lo conocн en un congreso y me contу lo difнcil que fue capturar al "Phantom".
Bea se dejу caer desanimada en la cama. El comisario se incorporу a su lado.
- Ahora sн que tenemos un problema suspirу . їCуmo vamos a dar con este tipo?

Echу un vistazo a su alrededor. Todo tenнa el aspecto de un sitio en donde el tiempo se habнa detenido.
Cuadros antiguos y valiosos colgaban de las paredes. Un par de vitrinas mostraban estatuillas antiguas de un valor incalculable.
El falso camarero entendнa mucho de obras de arte. Sуlo en esa sala, alguien habнa reunido una fortuna en piezas de coleccionista.
Se sentнa ridнculo con un paisaje dulzуn y cursi de Fuente en las manos.
Pero sabнa que ese cuadro podrнa significar para йl millones de euros.
Para el conde quien le habнa hecho el encargo era incluso mбs valioso.
El hombre podнa recordar muy bien cуmo el Conde de Torrealba se habнa puesto en contacto con йl.
En aquel momento se habнa escapado de una prisiуn britбnica y acababa de llegar huyendo al continente. El encargo que el conde le habнa encomendado era muy oportuno.
Necesitaba mucho dinero para construirse una nueva identidad. Tal vez muchas nuevas identidades.
Se abriу una gran puerta y pasу un hombre con barba.
Llevaba un traje algo anticuado. Era el conde de Torrealba.

En un primer momento, el noble no reconociу a aquel hombre con un uniforme de camarero. En seguida vio el cuadro de Fuente y sonriу.
Ah, Phantom, mi querido amigo exclamу el conde
Otra vez un nuevo disfraz. ЎHa conseguido usted mi cuadro! ЎDйjeme ver!

 

 18.
A grandes pasos atravesу el conde la sala. Alargу los brazos para coger su cuadro.
El extraсo, el "Phantom", lo apartу bruscamente.
-Todavнa no es suyo. Aъn es mi cuadro. Primero la cantidad acordada, seсor Conde, mi dinero, si tiene la bondad.
El conde de Torrealba dirigiу a Phantom una mirada rбpida, con un destello de indignaciуn.
No estaba acostumbrado a que la gente le hablara en ese tono.
Pero pronto se olvidу y dijo sonriendo:
Con mucho gusto. їHe olvidado acasrrlas buenas maneras?
El conde metiу la mano en el bolsillo de la chaqueta y sacу un grueso fajo de billetes, que le tendiу a Phantom.
-Si quiere contarlo...
No es necesario dijo Phantom mientras se guardaba el dinero y entregaba el cuadro al conde.
El conde tomу el cuadro con sumo cuidado.
-їY bien? їEs йste el que busca?
El conde examinу mбs de cerca el cuadro, como si buscara un detalle concreto.
Despuйs de unos minutos dejу el cuadro en el suelo.
Nodijo el conde decepcionado . Йste tampoco es el cuadro. ЎMaldito sea!
Phantom hizo un gesto con los hombros.
- Lбstima, seсor conde. Pero ese no es mi problema. Usted me ha contratado para conseguir este cuadro. Y eso es lo que he hecho.
El conde de Torrealba, que se habнa vuelto a tranquilizar tras la decepciуn, sonriу a Phantom.
-Por supuesto. Tiene usted razуn, mi querido amigo. Este cuadro tampoco es el que me interesa, pero al menos estamos seguros de que sуlo queda un cuadro posible. їPodrб conseguirlo?
Phantom sonriу debajo de su mбscara.
-Serб un placer. їDуnde estб?
El conde sacу un papel del bosillo de su chaqueta pasada de moda.
-Aquй tiene una direcciуn. Ahн lo encontrarб.
Phantom cojiу el papel y lo leyу. Conocнa la direcciуn. Se le escapу un silbido.
їEn el Museo Municipal? Esto no va a ser fбcil. Segъn tengo entendido, el Museo estб bien vigilado. Y despuйs del robo de media docena de cuadros de Fuente, seguro que han aumentado las medidas de vigilancia.
Estoy convencido de que para usted no serб un problema conseguir el cuadro. Lo necesito. Ya conoce los motivos.
Sн, pero йste le va a costar mбs que los otros cuadros. La sonrisa del conde se convirtiу casi en carcajada.
No importa el dinero. Si me trae este ъltimo cuadro de Fuente, serй inmensamente rico, rico como un rey. En el sentido literal de la palabra. La risa del conde resonу en la sala. Este hombre estб completamente loco, pensу Phantom. Pero eso a йl le daba lo mismo. El conde disponнa de una fortuna inmensa. Ysi el plan del conde funcionaba, aunque estuviera loco, serнa muclusimo-mбs rico.
De acuerdo - djjo al fin Phantom . Le conseguirй el ъltimo cuadro de Fuente. Creo que tengo un buen plan. Pero usted me tendrб que ayudar un poco. Supongo que en el castillo quedan un par de habitaciones libres para un invitado de sorpresa.
Naturalmente. No serб ningъn problema. Phantom dio media vuelta para salir.
Bien. Tendrб noticias mнas. Adiуs, seсor conde.
Espere un segundo dijo el Conde . Le ruego que disculpe mi curiosidad, pero ... їpodrнa quitarse la mбscara? Aъn no he visto su autйntico rostro. Phantom se volviу de nuevo hacia el conde y soltу una carcajada.
Por supuesto, seсor Conde. Usted puede verme la cara cuando quiera. Pero despuйs no me quedarб mбs remedio que matarlo.
Por un momento el conde mirу a Phantom sin saber cуmo reaccionar.

 

 19.
En seguida se echу a reнr.
Muy bien, muy bien. Es un verdadero placer hacer negocios con un profesional como usted.
El placer es mнo respondiу Phantom. Luego amagу una reverencia y abandonу la sala. Al salir del castillo, Phantom no pudo evitar reнrse. Pensaba en el plan que habнa ideado para hacerse con el ъltimo Fuente. El comisario Garcнa iba a ayudarle a conseguirlo.


El comisario Garcнa estaba sentado en un pequeсo escritorio que sus colegas madrileсos le habнan prestado.
Llevaba media hora intentando establecer comunicaciуn telefуnica con Londres. Por fin consiguiу contactar con la centralita de Scotland Yard.
Scotland Yard. їen quй puedo ayudarle? preguntу en inglйs una amable voz femenina.
Buenos dнas - respondiу Garcнa, tambiйn en inglйs -. Soy el comisario de policнa Garcнa. Llamo desde Espaсa. їPodrнa hablar con el inspector Hudson, por favor?
Un momento, por favor - respondiу la voz -. Le paso.
Con paciencia soportу el comisario la mъsica de espera. La muchacha volviу a hablar.
Lo siento, Sir, el inspector no trabaja hoy. Ha tenido usted mala suerte, porque casi nunca se toma un dнa Ubre.
Ahora esto, pensу Garcнa. Pero si tiene el dнa Ubre, quizб lo coja en casa.
їPodrнa darme su nъmero de telйfono privado? - preguntу Garcнa con amabilidad . Se trata de un asunto de suma importancia.
La muchaca al otro lado de la lнnea dudу un momento.
-Si es un asunto de verdad importante - dijo por fin.
Luego dictу al comisario el telйfono de la casa del inspector.
-Muchas gracias-dijo Garcнa. Despuйs colgу el auricular. Mirу hacia la mesa de al lado, donde Bea estaba trabajando en la pantalla de un ordenador, a la busca de otros lienzos de Fuente que el ladrуn pudiera pensar en robar.
Garcнa esperaba poder anticiparse al ladrуn esta vez.

El comisario marcу un nъmero. Dio seсal. Tras un par de tonos, contestу la voz de una seсora mayor.
-їSн? preguntу la voz en inglйs.
Muy buenos dнas dijo el comisario. Soy el comisario espaсol de policнa Garcнa. їPodrнa hablar por favor con el inspector Hudson?
-ЎUn colega espaсol! Habla usted con Mrs. Paddington, el ama de llaves del inspector. Un momento, por favor. Ahora mismo lo llamo.
-ЎINSPECTOOOOOR! - escuchу Garcнa a travйs del telйfono.
No pudo evitar sonreнr.
Esta Mrs. Paddington tenнa que ser una mujer muy persuasiva. Tras unos segundos, Garcнa pudo escuchar pasos que se acercaban al telйfono.
-Sн, dнgame dijo una voz agradable -. Habla el inspector Hudson.
Muy buenos dнas, Inspector. Estб hablando con el comisario Garcнa, del cuerpo espaсol de policнa. Estoy trabajando en un caso muy curioso: una serie espectacular de robos de cuadros en Madrid.
-Es un placer conocerle - dijo el inspector, al otro lado de la lнnea. A pesar de los miles de kilуmetros de distancia, la voz se oнa como si viniera de la habitaciуn de al lado.
-Dйjeme adivinar, comisario se adelantу Hudson . Se etб ocupando Ud del robo de esos cuadros de un pintor espaсol casi olvidado... un tal Fuente, їno es asн?
El comisario se quedу boquiabierto.
-Exacto. Veo que estб usted bien informado, inspector.
-Me gusta leer despacio la prensa. Incluso el Times estб dedicando una columna semanal a esos robos. Porque es extraсo: estбn robando cuadros que no tienen ningъn valor, їverdad?

 

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